domingo, 17 de mayo de 2009

Segunda Fiesta Elevada

Gracias a la Colega Divulgadora María por habernos permitido celebrar tremenda fiesta en su casa. Al igual que la primera, resultó un gran éxito, por lo que la responsabilidad que le queda para la Tercera no es de cortas dimensiones. Hubo abundancia de sustancias etílicas y deliciosos platillos de diseñador salpicados con espantosas criaturas de goma. La conversación, como suecede con tan Elevados asistentes, se movió siempre en torno de los grandes problemas filosóficos y científicos de la humanidad. El que de plano falló de fea manera fue el famoso, aun cuando anónimo, DJ Perpetuo, cuyo manejo de las selecciones musicales fue lamentable. Lo bueno es que a los diez minutos se le impidió participar más. Desde luego que se lamentó profundamente, aunque sólo durante los tres primeros minutos de la fiesta, el que no nos hayan podido acompañar todos los integrantes de la última generación del diplomado. ¡Hasta la próxima!

3 comentarios:

  1. ¡Qué buena fiesta! Ojalá que el Quejumbroso Pueblo haya quedado también satisfecho con tan Elevado evento.

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  2. ¡Chale!
    Dejen de subestimar al pueblo, ¿qué dijeron los elevados? (llámese: dj Perpetuo; llámese: Agustín), provocamos al pueblo y con la respuesta que lance descubrimos quien es, ja ja, pues no, en esta ocasión no será. ¿Quedó satisfecho el pueblo? Con seguridad puedo decir que no, ¿Por qué no quedó satisfecho? Porque no estuvo presente. Porque seguramente de lo único que platicaron fue de la florecita que salió del cuerpo rechoncho del Barnie, y eso, oh señores elevados, no es un dilema sino una tautología. Pensemos mejor en la manera en cómo se convierte. Recreemos el proceso. Finalmente todos formamos parte del ya perseguido y aun no encontrado “pueblo”.

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  3. El Pueblo acusa, el Pueblo señala, el Pueblo juzga... Y se equivoca.

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